Encarnados

El proyecto Encarnados consiste, principalmente, en el positivado mediante quemaduras sobre mi piel de negativos fotográficos encontrados. Heredero de Fuisteis yo, mi trabajo anterior, en este caso trato de reivindicar esta imágenes incorporándolas a mi propia biografía. Dotando de vida, literalmente, a estas fotografías, que fueron hechas para el recuerdo y que ahora no son más que la representación absoluta del olvido, abordo cuestiones como la fragilidad de la memoria, lo complejo de la identidad o la proximidad de la muerte, asumiendo que pasado y presente están más interconectados que nunca en la cultura visual de la posmemoria.

Encarnados, mi nueva propuesta artística, sigue manteniendo la esencia de Fuisteis yo, sin embargo, su radical y casi dramática resolución formal le confieren una cruda honestidad basada en el cuidado estético, la austeridad y la sencillez conceptual. Mientras que la razón de ser de Fuisteis yo era deshacer las imágenes para lograr volverlas a ver, en este caso, por contra, la imagen es construida, es traducida de un negativo, una matriz que simboliza la posibilidad de reproducción infinita de la imagen, que aún así es activada una única vez, sobre la piel, mediante un procedimiento único que la mantendrá visible por un tiempo limitado. La imagen sigue siendo efímera, pues según la quemadura vaya sanando se irá desvaneciendo, pero habiendo alcanzado un grado de existencia no sólo física, sino casi orgánica; fisiológica.

Por otra parte, la riqueza etimológica del verbo encarnar ofrece un sinfín lecturas en sus diferentes acepciones: “personificar o representar alguna idea”, “interpretar un personaje”, “dar color carne”, “tomar forma corporal”, “hacerse hombre”, “criar carne cuando una herida va sanando”, o “introducirse por la carne”, por lo que la aparente sencillez del título es capaz de sugerir diferentes aproximaciones al trabajo.

El corpus principal de Encarnados consistirá en el registro fotográfico de una serie de quemaduras realizadas en diferentes zonas de mi propio cuerpo con luz ultravioleta, que supondrán el positivado de unos veinte o treinta negativos fotográficos y placas secas sobre cristal de finales del siglo XIX y principios del XX. Estas imágenes, impresas a escala 1:1, se acompañarán de los propios negativos originales, destruidos para imposibilitar su nuevo positivado.

El proyecto, que ya está en proceso, también incluirá una serie de piezas adyacentes que seguirán la misma línea de investigación y que tendrán un carácter tanto objetual como instalativo o performativo. Estas obras paralelas o complementarias no tendrán al cuerpo como soporte pero todas ellas guardarán una relación directa con la investigación. Para su creación me serviré, por ejemplo, de las lámparas solares vintage de luz ultravioleta utilizadas para las quemaduras, de diferentes químicos fotosensibles que serán aplicados en grandes superficies para ampliar y positivar los negativos de manera temporal, o de las cajas de negativos sobre cristal intervenidas para imposibilitar su futura contemplación.

El objetivo principal de Encarnados es animar una reflexión acerca de la fragilidad de la memoria, lo efímero de la imagen y de los recuerdos, la capacidad del pasado de afectar al presente, la posibilidad de construcción de una identidad subjetiva, o la importancia del cuerpo, y especialmente de la piel, en nuestra concepción del mundo. La creación de un álbum fotográfico familiar efímero construido mediante la apropiación de fotografías encontradas que incorporo a mi propia biografía, inscribiéndolas, de manera literal, en mi piel, convierten a todo el proyecto en un memento mori en su sentido más clásico.